Afortunadament ja sabem, gràcies a l’epigenètica, que els gens no creen les malalties. L’epigenètica estudia com l’entorn controla l’activitat genètica; demostra que és possible un canvi en la funció gènica sense un canvi en la seqüència de l’ADN.
Per il·lustrar aquesta informació, transcric un fragment de Deja de ser tu de Joe Dispenza (Ediciones Urano, p. 107-108):
“La epigenética nos permite pensar en el cambio con más profundidad. El cambio de paradigma epigenético nos da la libertad de activar la actividad genética y cambiar nuestro destino genético. En aras de la ilustración y la simplificación, cuando hablo de activar un gen al expresarlo en distintas formas, me refiero a encenderlo. En realidad los genes no se encienden ni se apagan, se activan por medio de señales químicas y ellos se expresan a sí mismos de determinadas formas creando diversas proteínas.
Sólo por el hecho de cambiar nuestros pensamientos, sentimientos, reacciones emocionales y conductas eligiendo, por ejemplo, un estilo de vida más sano en cuanto a la nutrición y al nivel de estrés, ya les estamos enviando a las células nuevas señales, y éstas expresan entonces nuevas proteínas sin cambiar el plano genético. Aunque nuestro código del ADN siga siendo el mismo, en cuanto se activa una célula de una nueva forma al disponer de una nueva información, la célula puede crear miles de variaciones del mismo gen. Podemos indicarles a nuestros genes que reescriban nuestro futuro”
Arribem a aquest món amb una informació genètica heretada del nostre clan, però la manera com s’expressa gran part d’aquesta informació dependrà de cadascun de nosaltres.
Tu i la teva percepció és qui controla la teva vida.